Contribución

por Giulietta De Vecchi

¿Qué significa contribuir? ¿Te has puesto a pensar en el verdadero sentido de contribuir a logro de una causa altruista o de un objetivo común? ¿Has reflexionado que pasa contigo cuando das algo de ti a los demás desde tu corazón?

Normalmente, deberíamos de contribuir sin esperar nada a cambio, pues es así como realmente recibimos todos los beneficios que esta actitud trae consigo misma. Sin embargo, nuestra naturaleza, hasta cierto punto egoísta, nos hace querer o esperar, en muchas ocasiones, obtener algo a cambio.

Si aprendiéramos a dar verdaderamente desde el corazón, sin espera nada de regreso, podríamos darnos cuenta de que ésta es una de las mayores felicidades que podemos tener, ya que se fortalecerá nuestra autoestima, pues tendremos una imagen más positiva de nosotros mismos al saber que estamos actuando de una manera adecuada y generosa,  poniendo nuestro granito de arena para el bienestar y la felicidad de los demás, lo cual nos hará sentirnos importantes y valiosos; no desde nuestra vanidad, sino desde el auténtico espíritu de servicio y amor a los demás.

Contribuir con los otros, nos ayuda a fortalecer nuestros vínculos, a generar confianza, gratitud y reciprocidad; esto fortalece nuestra salud física y emocional, reduciendo nuestro estrés al generar endorfinas, dopamina y serotonina, substancias conocidas como “hormonas de la felicidad”, las cuales nos ayudarán a recuperarnos más rápidamente de enfermedades, permitiéndonos afrontar de mejor manera situaciones complicadas.

Por otro lado, nos ayuda a tomar conciencia de lo bueno que existe a nuestro alrededor, provocando que nos enfoquemos más en lo que tenemos, que en lo que nos hace falta, descubriendo la belleza de lo sencillo y a practicando el valor de la humildad.

Cuando contribuimos o damos desde el corazón, se incrementa nuestro sentido de pertenencia, pues nos sentimos parte de algo más grande: de una relación de una sociedad, de una humanidad, nos hace sentirnos parte de un proyecto común que produce conexiones donde todos nos vemos beneficiados y nos recuerda que todos necesitamos de todos.

Por otro lado, recuerda que el equilibrio también es fundamental y que en la vida necesitamos aprender, no sólo a dar, sino también a recibir, pues esa misma satisfacción que nosotros sentimos cuando damos, deben de sentirla otros, siendo nosotros quienes disparemos en ellos todos estos beneficios.

Te invitamos a que la próxima vez que hagas algo por los demás, lo hagas desde el corazón sin esperar nada a cambio, pues ya habrá momentos en los que tu seas el disparador de nuevas y grandes emociones para quienes te rodean. Cuéntanos… ¿Cuándo fue la última vez que diste desde el corazón? y ¿cómo esto transformó tu vida? ¡¡Nos encantará que nos compartas tu experiencia!!

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